Las plagas de productos almacenados son muy numerosas y existen tanto ácaros como insectos que los utilizan para alimentarse y son de gran preocupación por las condiciones específicas en las que se encuentran, ya que favorecen su reproducción y su presencia se ve reflejada en la eliminación de más alimentos contaminados por estas plagas que los que son consumidos.
Entre los insectos encontramos coleópteros (gorgojos, escarabajos, carcomas) y lepidópteros (palomillas o polillas) y dependiendo del daño que produzcan, pueden clasificarse en 4 grandes grupos:
En esta nota nos enfocaremos a los lepidópteros (palomillas o polillas) debido a que constituyen el grupo económicamente más importante, concentrando 56 especies, agrupadas en 33 géneros y 4 familias (Oecophoridae, Pyralidae, Tineidae, Gelechiidae). Estos insectos, no sólo atacan cereales, sino también alimentos balanceados, frutas secas, tabaco, etc. (Pérez, et al., 2010).
Las palomillas, producen daños directos como la destrucción parcial o total de los granos, causada por la alimentación de larvas, contaminación con restos de escamas, con insectos muertos y con huevos fértiles o estériles, formación de refugio, constituidos por restos de granos y excrementos, unidos con hilos de seda y los daños indirectos como el ataque de hongos y bacterias, por la ruptura de la capa protectora de los granos y el incremento de la temperatura y humedad en la masa de granos (Greiffenstein, 1997, citado en: Estrada, 2019)
Las palomillas o polillas que atacan cereales son plagas secundarias, excepto por la palomilla de los cereales (Sitotroga cerealella) la cual es una plaga primaria. Las larvas son generalmente blancuzcas con la cabeza obscura. Los adultos tienen escamas que se asemejan al pelaje. Su distribución es cosmopolita, pero se desarrollan mejor en climas templados. Se les encuentra en áreas en donde se les molesta poco, como techos, tuberías, grietas, etc.
El manejo de plagas se debe realizar desde el momento que las materias primas se cultivan hasta que se consumen. En los campos y bodegas de almacenamiento agrícolas, el control de polillas es generalmente responsabilidad del agricultor. Sin embargo, frecuentemente se requieren servicios de control de plagas de polilla en las plantas procesadoras de alimentos, almacenes, tiendas, hogares y otros establecimientos donde se maneja alimentos.
Para prevenir su presencia se recomienda seguir lo siguiente:
El manejo de plagas en productos almacenados incluye el uso de insecticidas, pero si se utilizan otros métodos de manera exitosa como el saneamiento, barreras físicas, prácticas apropiadas de almacenaje y electrocutores de insectos, se puede reducir significativamente la cantidad de insecticidas necesaria. Dado que es limitado el uso admisible de insecticidas en establecimientos que manejan alimentos, el uso de otros métodos de control toma mayor importancia.
El control de polilla incluye estos pasos:
Aplicación de técnicas para el control de polillas en productos almacenados:
El saneamiento debe estar documentado y continuamente actualizado para asegurar la eliminación de residuos que atraen plagas y crean áreas de reproducción. El establecimiento debe monitorearse constantemente para que nuevos defectos como grietas u hoyos en las paredes se sellen antes de que sirvan de entrada. Puertas y ventanas deben revisarse para asegurar que sigan fungiendo como barreras físicas. Cualquier condición que favorezca una infestación debe reportarse para su corrección.
El almacenamiento adecuado y rotación de los productos son esenciales para el manejo de alimentos. Todo producto debe estar separado del suelo (generalmente en pallets) y al menos 40 cm de las paredes para permitir inspección y tratamientos adecuados. Los productos más viejos deben rotarse desde el almacén y los perecederos se intercambian con no-perecederos. Toda bolsa abierta debe removerse y el área limpiada de manera inmediata. La ventilación es importante para mantener bajo el contenido de humedad en alimentos.
La inspección de todo material de ingreso es esencial. Además, todo vehículo que ingresa debe ser revisado, limpiado y desinfectado de manera regular. Los productos derramados alrededor de rampas de desembarque, vías de ferrocarril y otras áreas de transportación deben limpiarse de manera inmediata. Pavimentar dichas áreas ayuda en los esfuerzos de limpieza. Otros métodos físicos de manejo de plagas incluyen la exclusión física, trampas de luz, irradiación, control de temperatura, atmósferas modificadas y feromonas.
Además de requerir barreras físicas, los establecimientos donde se manejan alimentos deben tener puertas que se cierren automáticamente. Si estas se utilizan para la ventilación, necesitan malla fina (#20). Todas las cortinas metálicas o vagones de tren deben mantenerse cerradas si no están en uso. Las cortinas exteriores equipadas con refugios inflables o abatibles de muelle de carga pueden prevenir el ingreso de plagas cuando se está recibiendo un embarque, al igual que las cortinas plásticas o de aire. Esos sistemas de exclusión deben mantenerse siempre en buena condición para ser efectivos.
Las trampas de luz para plagas de productos almacenados, como las polillas, deben colocarse más abajo, a aprox. 1.5m del suelo. Hay que identificar cuellos de botella para el ingreso de insectos y colocar trampas en estas áreas. En áreas donde se procesan alimentos solo se deben utilizar trampas montadas a baja altura en las paredes y al menos a 1.5m de alimentos expuestos para evitar la contaminación.
También es importante no colocar trampas en lugares donde hay luz solar directa y que su luz atrayente pueda escapar del edificio atrayendo insectos del exterior.
En granos almacenados y productos de granos, la irradiación se usa como tratamiento directo para matar insectos.
Se utilizan ambas altas y bajas temperaturas en situaciones específicas.
Cuando se reduce la temperatura, la actividad de los insectos baja continuamente hasta detenerse. La muerte es el resultado si la temperatura sigue bajando. Mientras más rápido sea el cambio, el porcentaje de mortalidad mejorará. Por lo general, las temperaturas por debajo de los cero grados por 3-5 días son suficientes para matar la mayoría de los insectos en productos almacenados.
De manera similar, el incremento de la temperatura causa mayor actividad hasta el punto en que ciertos procesos biológicos internos dejan de funcionar o muere el insecto. Las temperaturas entre 49°C y 55°C durante 2 horas son suficientes para matar la mayoría de los insectos plaga. La esterilización por calor seco en instalaciones de manejo de alimentos, en especial los almacenes de granos, se utiliza de manera más frecuente debido a las restricciones en el uso de fumigantes para polillas.
Este método de control de polilla involucra cambiar la atmósfera de un almacén a uno que es letal para los insectos. Esto se logra inundando el almacén con dióxido de carbono, nitrógeno, o los gases de combustión de un generador de atmósfera modificada. El dióxido de carbono (CO2) se prefiere sobre otros métodos por su bajo costo, efectividad contra insectos, menores restricciones de sellado en las estructuras donde se utiliza y menor pérdida de efectividad causada por fluctuaciones de concentración. Sin embargo, algunas plagas como los alimentadores internos pueden sobrevivir con 60% de CO2 por al menos 14 días.
Son moléculas producidas naturalmente por los insectos y se utilizan en el manejo de plagas como herramienta efectiva de monitoreo de infestaciones. Cantidades apropiadas de feromonas sintéticas son colocadas en trampas para detectar y evaluar infestaciones de insectos. Las trampas se monitorean periódicamente para apoyar la formulación de un programa efectivo de control de plagas de polillas. Hay dos tipos de feromonas utilizados para atraer insectos de la misma especie: sexuales y de agregación. Las feromonas de agregación se producen generalmente por machos especies de larga vida y ambos sexos responden a ella.
Las feromonas sexuales se producen generalmente por insectos de corta vida para atraer machos de la misma especie. Ejemplos incluyen la palomilla bandeada, polilla de la harina, polilla del cuerno tabaco y la palomilla dorada del maíz.
Estas trampas tienen varias ventajas. Se pueden colocar dentro de maquinaria y en áreas que sirven de refugio para insectos, pueden competir con los olores de la comida, no requieren de costo adicional para operar, funcionan las 24 horas, detectan poblaciones bajas (a menudo antes de que la administración se percata del problema) y son más fáciles de contabilizar porque son específicas a una especie.
La colocación de las trampas y su mantenimiento es esencial para que sean exitosas. En interiores, se deben colocar a 10 m de las entradas y en esquinas o en soportes en áreas donde se han notado insectos, hay poca limpieza o hay alto potencial de re-infestación. Los andenes de recibo por lo general tienen estos criterios. Es necesario proteger las trampas del polvo, humedad y daño físico. Para los insectos rastreros se deben colocar entre nivel de piso y 1.8m.
Para este caso, únicamente se pueden utilizar insecticidas contra polillas residuales que lo indiquen en su etiqueta. Típicamente leerá “Áreas de comida: limitado a grietas y hendiduras”.
Insecticidas contra polillas para estructuras
Hay varios insecticidas contra polillas disponibles para tratar grietas y hendiduras en edificios, contenedores vacíos u otros contenedores de almacenamiento, que incluyen:
Insecticidas (no veneno) para polillas de aplicación directa al grano
Se pueden aplicar varios insecticidas para polillas directamente al grano, que incluyen:
Aplicaciones:
La aplicación para grietas y hendiduras es el uso de insecticidas en pequeñas cantidades en grietas o hendiduras donde se esconden o pueden ingresar al edificio. Estas ocurren por lo general en juntas de dilatación, entre diferentes elementos de la construcción y entre equipos y el piso. Estas aperturas pueden llevar a cavidades como paredes huecas, bases y soportes de equipo, conduit, carcasas de motores y cajas de registro eléctricos. Los tipos de formulaciones son atomizables, polvos o carnadas. Se permite el uso solamente en grietas y hendiduras, no es superficies.
Es importante sabe que se pueden aplicar cuando el establecimiento está en operación, a menos de que la etiqueta especifique lo contrario.
Cuando se usan insecticidas no-residuales(solo con efecto al momento de aplicación) como tratamiento espacial (aerosol, ULV y niebla), la aplicación se debe realizar cuando el establecimiento no está en funcionamiento y los alimentos expuestos se retiran o están cubiertos. Las superficies en donde se manejan los alimentos deben limpiarse antes de su uso. Su uso como tratamiento de contacto (rociando directamente al insecto con un rocío húmedo para efecto inmediato) se puede realizar cuando el establecimiento está en funcionamiento. Ambos tratamientos espaciales y de contacto se consideran de aplicación general.
El primer paso en el manejo de plagas de productos almacenados es asegurarse de que hay un programa de control de plagas en operación.
El profesional debe realizar una inspección y programa de monitoreo para localizar la fuente de la infestación e identificar los insectos involucrados. Todo material infestado debe retirarse del edificio, a menos de que se planee la fumigación de polillas en el almacén.
Insectos en el exterior de productos empaquetados se pueden matar con un insecticida de contacto de baja toxicidad para los humanos como las piretrinas y ciertos piretroides. Ya retirado el material infestado y aseada el área, las zonas afectadas se pueden rociar con insecticidas residuales adecuados para uso interior. La aplicación debe realizarse a cualquier área que posiblemente podría albergar insectos. Se debe prestar atención a grietas y hendiduras en donde no se puede remover completamente. Si hay la posibilidad de que el área se planee usar para almacenaje a granel, se debe aplicar un tratamiento protector de insecticida, pero sin estar en contacto directo con empaques de alimentos.
Si hay una infestación menor en un embarque de producto rechazado que se debe de retener por un periodo de tiempo, se debe almacenar en solo un área alejado de las paredes y sobre pallets. El área se debe tratar en intervalos regulares con insecticidas adecuados. Se puede aplicar como aerosol presurizado o ULV para lograr penetración máxima entre los contenedores estibados. Antes del tratamiento espacial, se debe aplicar insecticidas residuales en el piso y hasta la altura máxima de los contenedores infestados. Si hay alimentos expuestos, probablemente la aplicación se limite a grietas y hendiduras. La necesidad de repetir el tratamiento depende del tipo de superficie y la residualidad del insecticida. Puede ser mensual, bimestral o trimestral. El profesional a cargo debe revisar las condiciones cuidadosamente para asegurar efecto residual en todo momento. El programa de control solo será efectivo si el área es saneada con anterioridad y no se introducen infestaciones nuevas después del tratamiento inicial. El edificio se debe mantener limpio durante el programa, para evitar el acumulamiento de polvo y residuos no tratados. Como método estándar de mantenimiento para almacenes, este sistema es excelente.
Otra buena práctica para el control de plagas incluye retirar los productos más antiguos primero, reteniendo materiales nuevos para su inspección y tratando el edificio de manera periódica, especialmente cuando se retira el producto de un área.
En estos establecimientos, el manejo depende de la oportuna eliminación de material infestado. Es un error que el profesional intente iniciar el programa de control de polillas sin antes haber realizado un programa de saneamiento.
El programa inicia con el rociado de un insecticida de contacto de baja toxicidad es necesario para matar adultos y larvas expuestos. Esta aplicación debe ser con aerosol presurizado o ULV de piretrinas o piretroides compatibles. Se debe tratar toda superficie posible en el área de la infestación, extremando la precaución de no contaminar alimentos. Si algún alimento no se encuentra en empaque sellado, asegúrese de cubrirlo con una película plástica antes de comenzar. Los insecticidas residuales se pueden utilizar en áreas donde no hay alimentos como tratamiento de grietas/hendiduras y puntualmente en algunos casos.
Esperamos que este artículo te sea de utilidad para identificar las plagas de productos almacenados y evitar su presencia en tus instalaciones. En Tetengo somos expertos en exterminio de plagas, acércate a nosotros.